Es una obra máxima de la arquitectura colonial en el continente americano, es la catedral más grande de Latinoamérica y uno de los templos más emblemáticos de la cristiandad en el mundo.
Tres años después de concluida la conquista, Hernán Cortés mandó construir una iglesia en el lugar aprovechando material de los templos aztecas. Esta iglesia fue convertida en catedral.
Dentro de la Catedral se encuentra un Cristo Negro, o mejor conocido como el Señor Veneno, el esta en el altar del perdon
Se llama altar del perdón porque tuvo el privilegio de ganar indulgencias para las ánimas del purgatorio.
El Cabildo catedrático dedicó exclusivamente a santos del clero secular su programa iconográfico.
Este altar exalta a los sacerdotes como intermediarios entre Dios y los hombres, ya que son los únicos que tienen la facultad de perdonar los pecados.
El color negro de la imagen de Cristo indica según una leyenda, que existió un sacerdote que veneraba al Cristo todos los días y besaba sus pies. Un enemigo suyo coloco veneno un día en los pies del Cristo para que cuando el sacerdote besara sus pies muriera. Al otro día cuando el sacerdote fue a besar sus pies pudo observar como los pies del Cristo se tornaban negros y como su color se tornaba en negro
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